¿Qué aumenta el riesgo de disfunción eréctil?
Antecedentes de la disfunción eréctil
La disfunción eréctil (DE) es un problema importante que afecta a 30 millones de hombres. Es el problema sexual más frecuente que los hombres comunican a sus médicos. Aunque los fallos ocasionales para lograr una erección pueden deberse a diversas razones temporales, como el consumo excesivo de alcohol, la disfunción eréctil persistente puede ser indicativa de problemas de salud subyacentes o de factores relacionados con el estilo de vida.
Hipertensión y enfermedades cardiacas
La hipertensión, las cardiopatías coronarias y otras enfermedades cardiovasculares tienen un impacto sustancial en la función eréctil. Estas afecciones pueden interferir en el flujo arterial adecuado a los tejidos eréctiles, provocando dificultades para lograr o mantener una erección.
Diabetes mellitus
La diabetes mellitus es una de las afecciones médicas que se ha asociado sistemáticamente con la disfunción eréctil. Esta afección provoca tanto enfermedades vasculares como disfunción autonómica, y ambas pueden contribuir a la disfunción eréctil. Los pacientes con diabetes presentan tasas notablemente elevadas de disfunción eréctil.
Alcohol, drogas y tabaco
El consumo excesivo de alcohol, el consumo de drogas ilegales y el uso de esteroides anabolizantes son factores de riesgo considerables para la disfunción eréctil. Además, el tabaquismo y el uso de productos del tabaco restringen el flujo sanguíneo, lo que agrava aún más el problema.
Riesgos derivados de la medicación
Se ha determinado que algunos medicamentos aumentan el riesgo de DE. Aunque en los datos facilitados no se detallan los detalles, es fundamental que los pacientes consulten a su médico si sospechan que su medicación está afectando a su salud sexual.
Problemas de próstata y testosterona baja
Los problemas y las enfermedades de la próstata pueden afectar significativamente a la función sexual del hombre. Además, los niveles bajos de testosterona, o el hipogonadismo relacionado con diversas enfermedades endocrinológicas, pueden provocar disfunción eréctil.
Obesidad, dieta y estilo de vida
La obesidad, así como determinadas elecciones dietéticas, desempeñan un papel importante en la aparición de la disfunción eréctil. Los alimentos fritos, la carne roja y los alimentos ricos en sodio se han relacionado con un mayor riesgo de DE. Es esencial destacar que el consumo continuado de este tipo de alimentos puede provocar trastornos como la hipertensión arterial, que en sí misma es un factor de riesgo de DE. En cuanto a las bebidas, el consumo excesivo de alcohol también se ha relacionado con la disfunción eréctil.
Trastornos neurogénicos y problemas de sueño
Los trastornos neurogénicos y los trastornos del sueño también pueden desempeñar un papel en la disfunción eréctil. Un sueño adecuado es crucial para varias funciones corporales, incluida la salud sexual, y las interrupciones pueden provocar problemas como la disfunción eréctil.
La edad como factor contribuyente
Es innegable que la edad es un factor que contribuye a la disfunción eréctil. Aproximadamente una cuarta parte de los hombres declararon que los problemas de erección comenzaron entre los 50 y los 59 años. Además, el 40% declaró que su DE comenzó entre los 60 y los 69 años. Estos datos no niegan el hecho de que los hombres más jóvenes también pueden sufrir disfunción eréctil, pero la edad sigue siendo un factor importante.
Salud mental y factores emocionales
La depresión, la ansiedad, el estrés y los problemas de pareja pueden interferir significativamente en las sensaciones sexuales. Los problemas de salud mental desempeñan un papel vital en la salud sexual, y la relación entre los factores psicológicos y la disfunción eréctil es profunda.
Mitos en torno a la masturbación
Es esencial disipar ciertos mitos en torno a la disfunción eréctil. Uno de ellos es que la masturbación puede provocar disfunción eréctil. Esta noción es falsa, ya que las investigaciones confirman que la masturbación no afecta a la calidad ni a la frecuencia de las erecciones y es natural en todas las edades.
Comprender la multitud de factores que contribuyen a la disfunción eréctil es fundamental tanto para la prevención como para el tratamiento. Los cambios en el estilo de vida, las revisiones médicas periódicas y el bienestar mental pueden contribuir a reducir el riesgo. Si usted o alguien que conoce presenta síntomas de disfunción eréctil, le recomendamos encarecidamente que consulte a un profesional sanitario.